31.5.08

La Musa del Arroyo (Emilio Carrere)

I
Cruzábamos tristemente
las calles llenas de luna,
y el hambre bailaba una
zarabanda en nuestra mente.
Al verla triste y dolida,
yo la besaba en la boca.
-¿Por que aborreces la vida,
risa loca?
No llores, rosa carnal,
que yo robare el tesoro
de la tiara papal
para tus cabellos de oro.-
Y un espíritu burlón
que entre las sombras había,
al escuchar mi canción
se reía, se reía.
II
De la fría fuente clara
en el sonoro cristal,
la luna brillaba igual
que una moneda de plata.
Temblaba su mano breve
de blanca y sedeña piel.
-¡Que bonita cae la nieve
y que cruel!-
-No tiembles yo haré un corpiño
para tus senos triunfales,
con la pompa del armiño
de los mantos imperiales.-
Y un espíritu burlón
que entre las frondas había,
al escuchar mi canción
se reía, se reía..
III
Noche de desolaciones
eterna, que llame en vano
con la temblorosa mano
en los cerrados mesones.
Lloraba un violín distante
con tanta melancolía
como nuestra vida errante.
-¡Reina mía!
Da tu dolor al olvido;
Yo te contare la historia
de una princesa ilusoria
de un reino que no ha existido.-
Y un espíritu burlón
y cruel que en la calle había,
al escuchar mi canción
se reía, se reía...
IV
¡Triste voluntad rendida
al dolor de la pobreza!
-¡Oh la infinita tristeza
de la amada mal vestida!-
Palabra de amor que esconde
la llaga que va sangrando,
y andar, siempre andar. ¿Adonde?
¿Y hasta cuando?
-Ya apunta la claridad...
Ya veras como se muestra
propicia y mágica nuestra
madre, la Casualidad.-
Y en la encrucijada umbría
de la suerte impenetrable,
la Misera, la implacable,
se reía, se reía.
Emilio Carrere ( Madrid,1880-1947)
Este poema me lo leía mucho mi padre, cuando era niña, y ha dejado una profunda huella en mi.
Poeta del modernismo, Emilio Carrere, fue sin duda el cantor de la Bohemia.

Adelfos (Manuel Machado)

Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron,
soy de la raza mora, vieja amiga del sol...,
que todo lo ganaron y todo lo perdieron.
tengo el alma de nardo del árabe español.

Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
en que era muy hermoso no pensar ni querer...
Mi ideal es tenderme, sin ilusión ninguna....
De cuando en cuando un beso y un nombre de mujer.

En mi alma, hermana de la tarde, hay contornos,
...y la rosa simbólica de mi única pasión
es una flor que nace en tierras ignoradas
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.

Besos, pero no darlos; gloria la que me deben;
que todo como un áurea se venga para mí;
que las olas me traigan y las olas me lleven,
y que jamas me obliguen el camino a elegir.

Ambición, no la tengo. Amor, no lo he sentido.
No ardí nunca en un fuego de fe ni gratitud.
Un vago afán de arte tuve...Ya lo he perdido.
Ni el vicio me seduce ni adoro la virtud.

De mi alta aristocracia dudar jamas se pudo.
No se ganan, se heredan, elegancia y blasón.
...Pero el lema de casa, el mote del escudo,
es una nube vaga que eclipsa un vano sol.

Nada os pido. Ni os amo ni os odio.
Con dejarme,
lo que hago por vosotros podéis hacer por mi.
...que la vida se tome la pena de matarme,
ya que yo no me tomo la pena de vivir...

Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
en que era muy hermoso no pensar ni querer..
De cuando en cuando un beso sin ilusión ninguna,
el beso generoso que no he de devolver.


Manuel Machado ( Sevilla,1874-Madrid,1947)

Manuel Machado, hermano de Antonio, es, para mi, un poeta injustamente olvidado.
Tal vez, su posicionamiento, contrario totalmente al de Antonio, en favor del golpe de estado en 1936, hace que ni los vencedores, poco amigos de la cultura, ni los vencidos, reivindicasen su memoria.