13.4.09

"Nocturno" (Gabriela Mistral)

Padre nuestro que estas en los cielos,

¿por que té has olvidado de mi?

Te acordaste del fruto en Febrero,

al llagarse su pulpa rubí.

¡Llevo abierto también mi costado,

y no quieres mirar hacia mi!


Te acordaste del negro racimo,

y lo diste al lagar carmesí;

y aventaste las hojas del álamo,

con tu aliento en el aire sutil.

¡Y en el ancho lagar de la muerte

aún no quieres mi pecho exprimir!


Caminando vi abrir las violetas,

el falerno del viento bebí,

y he bajado amarillos, mis párpado,

por no ver más enero ni abril.

Y he apretado la boca, anegada

de la estrofa que no he de exprimir.

¡Has herido la nube de otoño,

y no quieres volverte hacia mi!


Me vendió el que beso mi mejilla:

me negó por la túnica ruin.

Yo en mis versos el rostro con sangre,

como Tú sobre el paño, le di;

y en mi noche del Huerto, me han sido:

Juan cobarde, y el Ángel, hostil.


Ha venido el cansancio infinito

a clavarse en mis ojos, al fin:

el cansancio del día que muere

y el del alba que debe venir;

¡el cansancio del cielo de estaño

y el cansancio del cielo de añil!


Ahora suelto la martín sandalia

y las trenzas pidiendo dormir.

Y perdida en la noche, levanto

el clamor aprendido de Ti:

Padre nuestro que estas en los cielos,

¿por qué te has olvidado de mí?



Gabriela Mistral

Chile, 1884-Nueva York, 1956